María Jesús Ribas El Universal Domingo 06 de agosto de 2006
¿Tus fuerzas fluctúan como las bolsas internacionales? No eres
el único. Los cambios de estación y el estrés hacen que nuestra
energía decaiga y nuestros ánimos se esfumen. Una actitud mental
positiva, el ejercicio regular, una respiración serena y otros hábitos
saludables nos devuelven la vitalidad.
Según explica la sicóloga clínica Laura García Agustín, directora
del Centro Clavesalud de Madrid, "quien sufre cansancio o falta
de energía debe aplicar unas autoayudas básicas para aliviar y prevenir
su estado, las cuales se dirigen a cuidar el organismo a nivel mental,
motor y fisiológico, y deben aplicarse como un estilo de vida.
Según la experta, desarrollar actividades gratificantes que permitan
distraerse y pasarlo bien, que aporten una satisfacción personal
y posibiliten "mimarse" alivian la fatiga.
Además, la sicóloga aporta una serie de técnicas muy sencillas para
levantar el ánimo, sin estimulantes ni medicamentos, con la ayuda
de nuestro revitalizador más poderoso: el cerebro.
- Alimente su ánimo. Debemos cuidar nuestro cuerpo, recordando que
es lo más preciado que tenemos y que necesita atenciones permanentes
para mantenerse en un estado óptimo, porque de lo contrario empieza
a fallar y a provocar desarreglos.
- Una de las posibles causas de la fatiga son los desequilibrios
alimenticios, como el abuso de grasas o las deficiencias de vitaminas
y sales minerales.
Por ello, un gran antídoto contra la falta de energía consiste en
alimentarse bien, aportando al organismo todos los nutrientes que
necesita para mantenerse en forma, con un adecuado aporte de vitaminas,
proteínas e hidratos de carbono, y un menor consumo de lípidos.
- Piense de forma energética. Los pensamientos positivos pueden
actuar como un tónico para la vitalidad. Repetir palabras con tranquilidad,
además de apartar los pensamientos extraños que distraen, reduce
la presión sanguínea, respiración y pulso, creando lo que los cardiólogos
denominan "respuesta de relajación". Quince minutos diarios de meditación
bastan para restaurar la energía que flaquea.
-Evite el desgaste emocional. Un antídoto contra la fatiga consiste
en aprender a interpretar las cosas que nos ocurren cada día de
manera más realista y positiva, para que nos afecten lo menos posible.
-En el trabajo, la familia o las relaciones, hay que practicar actividades,
ideas y formas de afrontar los problemas que ofrezcan beneficios,
en lugar de aquellas que nos perjudican.
-Ponte en marcha. Practicar un deporte o actividad física regular,
permite al organismo mantenerse en forma. El cuerpo de muchas personas
está agotado o debilitado porque no se lo utiliza. Ejercitarse con
regularidad tres veces a la semana durante 30 minutos, basta para
darle un buen un empujón a nuestra energía natural.
-Aprende a respirar mejor. Las personas que respiran de manera poco
profunda y muy rápida se fatigan con facilidad porque su organismo
recibe menos oxígeno. ¿La solución? Tomar y expulsar el aire lentamente
y a un ritmo constante a través de la nariz, expandir el abdomen
y mantener el pecho bajo con cada hálito.
-Duerme como un niño. La falta de un sueño de calidad es una de
las principales causas de fatiga. Para conseguir un descanso reparador,
hay que dormir en una habitación bien ventilada, evitar las discusiones
antes de acostarse, no llevarse los problemas a la cama y cenar
dos horas antes de ir a dormir, reduciendo el consumo de café, alcohol,
té, refrescos y cacao. Para dormir bien no hay que acostarse con
hambre, ni ingerir una comida muy pesada o copiosa antes de irse
a la cama, hay que usar un colchón cómodo, aunque no demasiado blando,
y evitar que lleguen ruidos o luz en exceso al dormitorio.
Tampoco conviene trabajar hasta última hora ni efectuar antes de
dormir tareas que requieran concentración.
-Huye de los ladrones de energía. Si quieres mantener la vitalidad,
evita llevar un ritmo de vida acelerado que te obligue a atragantarte
la comida o recurrir a las comidas empaquetadas, así como comer
en exceso, consumir tabaco y alcohol y abusar del azúcar, la miel,
los dulces, caramelos y pasteles, todos factores que fomentan el
cansancio, por distintos mecanismos.
-Tomar café como estimulante tampoco es conveniente, porque produce
la sensación de levantar el ánimo, pero puede afectar el sueño,
y dormir mal roba mucha energía. Si reduces el consumo de café o
lo tomas descafeinado recuperarás los bríos.
-Busca a los amigos de la vitalidad. Para mantener "las pilas cargadas"
te conviene ingerir alimentos nutritivos que te brinden energía
mental: pan integral, queso, pavo, pescado, legumbres, verduras,
cereales, en pocas cantidades pero más a menudo. Tomar varias comidas
ligeras a lo largo del día, en lugar de platos copiosos, también
contribuye a aumentar la vitalidad.
-La música puede avivar tu fuego interior: escucha los mejores intérpretes
a su gusto y melodías que te levanten el ánimo.
-No olvides que la fatiga puede deberse a la rutina, por lo que
los cambios más simples pueden marcar la diferencia: si inicias
el día leyendo el periódico, cambia por otra lectura que te inspire;
si corres a diario, alterna la carrera con paseos en bicicleta.
EFE
FUENTE: http://www.eluniversal.com.mx/estilos/49650.html
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